lunes, 4 de enero de 2016

Año nuevo, innovaciones y renovaciones

Claro, año nuevo, "yo" nuevo, vida nueva, etcétera. Y a mí me pintó renovar mi paladar. Me dije "¿por qué siempre hay que comprar lo mismo? No, señora, ahora cambia mi vida... ¡y para siempre!" Todo eso pensaba profundamente mientras estaba en la panadería."No voy a comprar las clásicas facturas. Eso ya fue. Hay que renovarse, el cambio es bueno, cambiemos, miramos un futuro con logros distintos. Bueno, no elijo facturas, fue"
- ¿Qué le doy, señora?
- Eeeh... este palito... esta bananita... este cosito de chocolate.... el alfajor... y el de maicena, también

Bueno, tanto no me animé al cambio, el de maicena ya era conocido. Pero los demás, eran diferentes. Conclusión: UN ASCO, UNA COSA PEOR QUE LA OTRA:
El palito era como un habanito con chocolate amargo (zafaba, podría decirse).
La bananita era la clásica de Dolca, una de las peores golosinas que se hayan inventado. Es como un insulto a la golosina. La golosina es golosa, del latín GOLLUM, engollución, o engullir. Engullir algo goloso, chocolatoso. No me jodas metiéndo una fruta. La bananita Dolca no tira nada. Menos, si es una imitación.
El "cosito de chocolate" fue la peor decisión. Tenía MENTA adentro. O sea, chocolate y MENTA. No. Inconcebible. Combinaciones que no deberían existir.
El alfajor fue lo mejor, y ni hablar del de maicena. Ahí sí que la hice bien.

Conclusión: Señora, no innove una mierda este 2016. A ver si todavía se lleva chascos como el medallón de menta o la bananita imitación Dolca. Mejor siga comprando facturas, que son clásicas y nos gustan a todos.