domingo, 8 de marzo de 2009

Descuido...

En noviembre estamos todos cansados, se vienen los parciales desicivos (decisivos? decisivos, sí), uno duerme pocas horas, si es docente (como yo) tiene que preparar pruebas (varias: para el que recupera una prueba, la prueba final para todo el curso, para cada curso, para los que recuperan la prueba final (de nuevo, una prueba por curso) y así), se vienen las fiestas y a uno ya no le divierten como antes. Conclusion: uno quiere terminar el año rapido. Me acuerdo que era noviembre, yo tenia pelos en el entrecejo, en el ceño o en el medio de las dos cejas, como quieras. Me daba vergüenza, pero la verdad es que no tenía tiempo, y si lo tenía, preferia dedicarme a boludear en la pc. Pero lo de esta companiera fue terrible...
Era viernes, 9 de la maniana, yo todavía medio dormida. La que se sienta al lado (con la q tengo confianza) me dice "observá los pelos." Yo busqué por todos lados, miré por la ventana, a otras gentes sentadas en el aula. No había nadie despeinado. La colorada teñida no tenía raíces de 10 centímetros ni nada de eso. Lamentablemente. El espectáculo podía ser admirado (o rechazado, mejor dicho) en las piernas de una muchachita, que se trajo pollera larga Y NO ESTABA DEPILADA. Pero no hablo de una pelusita que no podés depilar por ser cortita o finita. Si fuera así no habría anécdota. Imagínense un cacto, anchito, robusto, lleno de espinas gruesas y oscuras. Así pero en una pierna (en realidad, dos (?).
Es cierto, hacía calor. Uno se descuida en esa época del año... pero tampoco la pavada, viejo!!

martes, 3 de marzo de 2009

Otra entrevista laboral

Estaba en el hotel, esperando que la entrevistadora diga "adelante." Mientras esperaba, la de al lado se me pone a hablar "Yo egrese de Turismo y Hoteleria en la Universidad de Moron, ahora quiero hacer traductorado de ingles. Que viaje tan largo de Moron para aca!" Yo, con 18 anios, intenciones de estudiar psicologia (que fracasaron luego), estudiando para rendir mi First Certificate al anio siguiente, realmente tenia todas las de perder. El laburo no era mio. Asi que ya no me importo y deje de ponerme nerviosa. Pero me quede a que me entrevisten igual. "Si? Quien es el siguientte?" Ay, voy yo. Y fui a la perdicion, ya sin nervios, y resbalandome con mi dobladillo que se estaba descosiendo al acercarme a su escritorio. Si, me resbale y me cague de la risa. Fuertemente. La mina me miro y apenas sonrio. Ya estaba todo perdido, pero sabia que me venia bien hablar con ella para aprender a manejarme en una conversacion seria y adulta. Me pregunto si sabia ingles, ya que no sabia ni de turismo ni de hoteleria ni de recepcion ni un carajo. "Si, estoy en 6to anio, el anio que viene doy el First" Toda orgullosa lo dije, como si eso pudiera salvar lo pelotuda que habia sido hasta el momento. "Tenes algun diploma que certifique tu nivel de ingles?" "Si, claro. Pero lo tengo en casa."
Ese dia (lo invente, seguro ese dia no fue) me di cuenta que no sirve confiar en el otro para que te crean que estas estudiando o sabes algo. Necesitas un papelito que certifique lo mierda que sea que estes estudiando o sabiendo. Y tambien aprendi que hago los dobladillos para el reverendo ojete.

Entrevista laboral...

Al anio siguiente de haber terminado el polimodal, en casa hubo dos reglas: te pones a estudiar y te pones a laburar. La primera no era dificil, me anoto al CBC, curso 3 o 4 veces por semana. Estaba decidido que ALGO iba a estudiar, aunque todavia no sabia bien que. La segunda se me complico. Queria ser recepcionista, o secretaria, hacer algo con mi manejo de ingles y mis conocimientos de pc. Jamas me imagine que tener 18 y no tener experiencia haria que me meta esos conocimientos en el orto. Pero eso no lo sabia el dia que fui a la entrevista de la anecdota de hoy. Tenia bien la direccion, no se si era secretaria o recepcionita. La calle era la correcta, asi que cuando mire desde la vereda y me di cuenta que era un taller mecanico, segui de largo. O sea, no queria trabajar en un taller mecanico, rodeada de hombres todo el tiempo. Los companieros, y los clientes. Todo eso pensaba mientras caminaba, porque no queria quedarme quieta mirando el taller y pensando. Resolvi que no iba a entrar, total, nadie me esperaba. Habia leido el aviso en el diario y decia "presentarse de... a...". Pero tambien pense "bueno, ya que me maquille, me puse esta ropa, me tome el bondi... ya fue, yo entro, total si veo que no me gusta nada me levanto y me voy." Di la vuelta manzana, tome coraje y fui, investigue si habia alguna mina trabajando y vi a una en una especie de oficina con paredes de vidrio. Todavia estaba en la vereda, medio nerviosa, esperando el "empujoncito" interno para mandarme de una vez. Y se me acerca un policia, o un garitero, o no se que. Me dice "seniorita, le puedo hacer una consulta?" Me acuerdo que me puse mas nerviosa todavia, y le dije muy seria "si, como no!" "Fijese que tiene el cierre bajo del pantalon" "Ah! Gracias!"
Segui de largo y jamas entre al taller mecanico, que en realidad nunca supe bien si lo era. Capaz era una consecionaria, o vaya uno a saber que.
Encima el pantalon era negro y la bombacha, roja. Hasta el miope que vendia diarios en la esquina se dio cuenta que se me veia.

lunes, 2 de marzo de 2009

Cosas que pasan...

Una vez estaba hablando muy mal de alguien con la persona que se sentaba a mi izquierda. "No se porque no me lo banco. Bah, no es que no me lo banque, es que me parece pelotudo, hace chistes de mierda. Esta todo bien, pero realmente me parece un pibe re pelotudo." El gesto de mi companiera hizo que vire hacia la derecha. Y si, susodicho imbancable estaba exactamente a mi derecha, con esa cara de orto que pocos logran olvidar.
Lo unico que pude hacer es reir muy fuertemente y salir de esa habitacion, para luego hacerme la boluda por el resto de mi vida, y finjir que esa conversacion jamas existio hasta el dia de hoy, en el que sigo saludando al insultado.