miércoles, 19 de febrero de 2014

Búsqueda laboral

Hacía rato que no buscaba trabajo. Entonces pensaba muchas cosas, a saber:
- Qué arrugada está esta remera... bueno, no hay problema si uso la plancha por segunda vez en mi vida desde que me mudé.
- ¿Se darán cuenta que se me corrió el esmalte? Por suerte elegí el rosa con brillitos, no se nota tanto.
- Uh, qué gorda estoy... seguro que toman a otra porque está más flaca.
- Dicen que hay que llegar unos minutos antes a la entrevista, eso "queda bien".
- ¿Y si no viene el bondi? Ayer hubo paro, hoy no sé...
- Si me pagan menos que el año pasado, no lo agarro
- Agarro cualquier cosa que me ofrezcan con tal de tener algo
- Por suerte tengo este celular que es touch, si me veían con el celu viejo seguro no me tomaban, por crota y anti tecnología.


Y así iba por las calles de Ballester hasta que un vendedor de la calle se tira un pedo. O sea, era un ruido a un pedo. Yo me dije ¿Eso fue un pedo? ¿O un ruido a pedo? Sonó como un pedo... Me pareció que el vendedor de al lado, que vendía calzones, le dijo "Eh, te tiraste un pedo". Pero ya no sé si fue mi imaginación o si realmente ocurrió esa charla.


Para mí que el viejo se re dio cuenta que el pedo iba a tener ruido. Calculo que su pensamiento transcurrió de la siguiente manera "Ya fue, laburé toda mi vida, siempre hice lo que había que hacer, si quiero tirarme un pedo en la vía pública, yo me lo tiro!!! Y si hace ruido, mejor. Que todos sepan que me cago en todo" Y allá fue nomás, y se lo tiró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario