jueves, 22 de mayo de 2014

¡A la perinola!

Cuando me enteré que iba a convivir con mi novio empecé a pensar en las cosas que iba a necesitar para mi nueva casa. Hice lista de objetos indispensables. Luego, la lista se extendió. Y agregué forradas que todavía tengo acá al pedo. Entre ellas, la perinola. ¿En qué mierda pensaba cuando compré la perinola? Realmente... ¿quién juega a ese juego? Me parece que en mi fantasía yo iba a hacer fiestas permanentemente con gente variada e íbamos a jugar a la perinola pero con alcohol. "Eeeeeh tocó todos toman!* Tomemos todos! Eeeeh ahora tocó toma uno! Toma el que tiró!" Y así. La realidad me violó, y creo que hice dos fiestas, al mediodía (porque me agarra sueño temprano... tipo 23 horas medito si ponerme el pijama roto o si me lo cambio... por el placer puro del pijamita limpio en una noche fría) y con la gente de siempre. La perinola sigue ahí, escondida en mi placard (digo, nuestro placard). La voy a cambiar de lugar y poner en un lugar más visible, así es motivo de conversación para el próximo que venga. Como lo fue sacar a la luz el frasco de "Sand".
*Acabo de ver que en realidad dice "tomatodo"

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