domingo, 11 de mayo de 2014

¿Vos sabías que no sabés nada?

Resulta que una vez, la maestra de primer grado preguntó "¿Quién tiene ganas de aprender?" Y todos levantaron la mano. Todos, menos yo. La maestra, Ana María, me preguntó por qué... yo le contesté "porque yo ya sé todo."
Tenía 6 años y leía desde los 4. Sabía sumar y restar. Ya fue, ¿qué más hay para aprender? Ponele que también sabía la hora y que ¡! no eran signos de admiración, y no una letra i al revés. Ya fue, era como un semi dios pero chiquito y mujer.
Pasaron más de 20 años de esto. Yo no sé qué carajo pasó, pero esa convicción que tenía con respecto al saber, voló a la mierda. Hay una banda de cosas que no sé, a saber:
- Dirigir un partido de fútbol (ya sé que me chupa un huevo no saber esto, jamás necesitaría saber hacerlo, pero bueno, NO LO SÉ!!!)
- Volar en papalote (lo escuché en un capítulo de Los Simpson)
- El significado de la palabra papalote (ya sé que existe google, pero la fiaca es terrible)
- Dar inyecciones (mi perrita las necesita semanalmente)
- Nombres de cortes de carne ("hola, sí, quiero una carne para hacer al horno" le digo al carnicero y me vende lo que no le puede encajar a nadie)
- Etcétera
Así que ya sabemos: no sabemos un carajo. Aceptemosló (con tilde en la ó).

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