martes, 14 de julio de 2015

Nutricionistas

Cuando pedí turno por primera vez, allá en el 2005, no sostuve mucho la dieta. Laburaba en McDonald´s y la mina me hizo un certificado para que yo pueda comer ensaladas en vez de la obligatoria hamburguesa con papitas fritas diarias. La tercera vez que fui la anoréxica que me atendía me recomendó "empezá a moverte" con cara de culo. Dejé de ir.
La segunda nutricionista era más copada. Dejé de ir cuando repentinamente la clínica en donde me atendía, se desvinculó de mi obra social.
La tercer nutricionista me dijo "sos un poco vaga, me da la sensación." También dejé de ir. Además, no me dejaba comer banana. ¿Qué te pasa? Tiene potasio la banana, loco!!! Dejame comerme la banana tranquila...
La cuarta me dijo "a mí también me pasa, que en invierno prefiero dormir siesta en vez de salir a trotar". Por eso y porque no me prohibe ninguna comida, es que sigo yendo.
Ahora, con su permiso, voy a seguir comiendo mi media manzana, creyendo que es tan deliciosa como un brownie con helado de crema americana. Mmmmmm! Rico!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario